El sentido de la vida: ¿Se puede enseñar?
Sin embargo, es importante dar un
apoyo adecuado y firme para que los hijos construyan un proyecto de vida, algo
que le dé sentido a su existencia.
Este sentido de la vida, que
incluye el proyecto de vida, se basa en que sean ellos mismos y vivan su vocación
en plenitud. Para llegar a ello es necesario que sepan bien QUIÉNES son HOY y
ahora. Pero, ¿cómo podemos apoyarlos como padres en ese sentido?, ¿cómo se
puede ir construyendo el sentido propio de la vida, la identidad propia y el
proyecto propio de vida?
Propuestas:
1. Enséñalos
a conocerse de verdad, a no centrar su imagen en lo que los demás opinan o
esperan de él.
2. Ayúdalos
a reconocer sus limitaciones, no como algo malo, sino como una oportunidad para
aprender.
3. Guíalos
para que comprendan que cada elección que hacemos nos acerca o aleja de
nuestras metas.
4. Muéstrales
que equivocarnos solo es una forma de aprender, que siempre se pueden encontrar
otros modos de hacer las cosas, que no es irreparable, ni es un castigo.
5. Ayúdales
a comprender que no podemos evitar las emociones incómodas, como tristeza o
enojo, que son parte de la vida, al igual que las situaciones desagradables.
6. Dales
la libertad de acuerdo con su edad, esto les permitirá comprender que ellos
tienen elecciones, compromisos, acuerdos, y que son parte activa de todo
aquello que les sucede.
7. Inculca
la tolerancia a la frustración, la vida tiene siempre altibajos, día y noche,
calor y frío, y la garantía de estar en la vida es que siempre está pasando
algo, no podemos esperar que solo pasen cosas que nos son agradables y
favorables, pero podemos aprender a interactuar con lo que sucede y
encaminarnos siempre hacia lo que deseamos a pesar de las dificultades.
8. No
permitas que alguna de las áreas de la vida quede afuera, a ello le llamamos
disociación, y se nota cuando uno piensa una cosa y hace otra, o cuando hay situaciones
que todos ven, menos uno mismo. Esto quita las posibilidades de crecimiento. Por
vergonzosa, dolorosa, difícil que una situación sea, siempre es mejor
enfrentarla, que hacer como si no la viéramos.
9. Trabajen
en familia sobre el hacer en quipo, el ser una “orquesta en la que cada quien
toca un instrumento”, ¿recuerdas ese comercial?, pues así debemos educarnos,
permitiendo que cada quien haga lo que le corresponde, dejando que todos crezcamos
y nos sintamos parte de un grupo, pertenecientes y productivos. Útiles.
10. Aprendan
y fomenten el tiempo de ser… el tiempo de estar juntos, sin tener mil
actividades, un tiempo en el que se pueden escuchar sin perderse en el ritmo de
la rutina y los quehaceres laborales, familiares, sociales…
¿Para qué sirve un proyecto de vida? ¿Tiene algo que ver con
el sentido de la vida?
¿Has
visto que cada vez es más común que los niños se aburren si no están conectados
a un celular o pantalla, o que hay adultos que viven con sus padres sin
trabajar ni estudiar pasados los 30, o que alguien se jubila y no sabe qué
hacer de su vida y mejor vuelve al trabajo, o que cuando los hijos se van las
madres sienten que ya terminaron su misión en la vida?
El proyecto de vida nos permite ir descubriéndonos, cubrir nuestras necesidades emocionales, económicas, sociales, ir en busca de nuestros sueños e ilusiones, descartar aquello que es real y posible de lo que no lo es, ajustarnos a la realidad… y sobre todo, nos da una razón de ser, una razón para seguir viviendo y disfrutando o aprendiendo en el tiempo en que estemos vivos.
El deseo de casi todos los padres es que sus hijos e hijas sean felices, y el mayor reto de estos tiempos actuales, es comprender que tenemos que involucrarnos como familia para construir los caminos hacia esa felicidad. No es algo que va a pasar por sí solo.
Ejercicio:
Pregúntate algo, como padre o madre…
·
Cuando pienso en el futuro de mis hijos ¿con qué
vinculo su felicidad?, ¿qué es lo que creo que los marca como personas felices
en un futuro?
·
¿Les he contado a mis hijos sobre las cosas,
momentos y personas que me han marcado como persona?, ¿sobre aquello que me ha
dado aprendizajes especiales?, ¿les he hablado sobre esos aprendizajes de vida?
·
¿Comprendo que mis ideas y expectativas sobre el
futuro de mis hijos e hijas, no forzosamente serán los que ellos mismos elijan?
·
¿Le doy importancia a todas las áreas de
desarrollo de mis hijos? ¿A qué área le doy más importancia y a cuál casi dejo
en el olvido?
·
¿Confío en la capacidad de mis hijos y les
permito hacer todo aquello que pueden hacer por sí mismos?
Revisa tus
respuestas y recuerda que nuestra labor como padres es dar todas las
herramientas para que ellos mismos puedan hacer su vida, para que encuentren su
camino y enfrenten la vida de la mejor manera posible.
Procura
reconocer frente a tu hijo las cosas que hace bien y las que hace mal, no como
cosas a premiar o castigar, sino como características, como cuando lees un
mapa, ahí están marcadas las carreteras y los montes, pero ninguno es más o
menos, simplemente nos sirven para avanzar. Saber sus fallas y sus aciertos
solo debe servirles para avanzar, no para categorizarse.
Valores.
Una
de las principales situaciones que caracteriza al siglo XXI es la falta de amor
y valores generalizada en el mundo, sobre todo en las generaciones más jóvenes,
crecidas en familias ocupadas, siempre ocupadas y siempre sin tiempo, y rodeada
de tecnología que suple el contacto, la interacción por el mundo y la curiosidad
por la vida.
La cuarentena
por coronavirus ha venido a marcar aún más estas circunstancias. La tecnología
se centró más en la mesa de nuestros hogares, y si bien nos permitió convivir y
aprender, también permitió a muchos olvidar que la vida sigue y que debemos involucrarnos
con ella. Se instauró una especie de pausa, pausa en la educación emocional,
pausa en la convivencia social, pausa en nuestra espiritualidad, pausa en
nuestro sentido de vida, pausa en el ejercicio de nuestros valores…
Nuestra tarea como padres es
retomar los valores en nuestro diario haber como familia, pero no en el sentido
del deber, sino en el sentido vivencial, llevarlos a la vida diaria que sean nuestra
inspiración y fortaleza. Dar con ellos un círculo de confianza a nuestros
hijos, les dará un andamio en el cual sostenerse cuando las cosas andan mal. Y
solo será así en medida que lo hagamos vivencial día con día en nuestras casas.
En resumen, el
sentido de la vida no puede ser enseñado ni construido por los padres o
familias, pero sí podemos dar las herramientas para que nuestros hijos e hijas
puedan encontrarlo por sí mismos, cada vez, cada día, según su momento, su
edad, y circunstancias.
Nos decía un
gran poeta: “Tus hijos no son tus hijos. Son los hijos e hijas del anhelo de la
Vida…, aunque están contigo, no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no
tus pensamientos; puedes esforzarte en ser como ellos, pero no intentes que
sean como tú”.
Recuerda revisar
el ejercicio o preguntas marcadas en azul cada tanto con tu pareja para revisar
lo que podemos mejorar en relación al apoyo a nuestros hijos en su búsqueda de
sentido e identidad en la vida.
Mtra. Susana Ordúñez
Departamento de Psicología
Colegio Guadalupe de Tulpetlac
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