La cuarentena y el estrés en los niños
7 meses de encierro comienzan a tener consecuencias en nuestros pequeños. Los efectos menos temibles son la rebeldía y el desinterés en las actividades diarias y las labores de casa, pero comienzan a aparecer cada vez más efectos de mayor intensidad como los somáticos con urticarias, aumentos de alergias, dolores de cabeza y otros síntomas emocionales como la falta de sueño, la irritabilidad, el cambio o volubilidad del estado emocional, pesadillas, temores diurnos, falta de apetito o exceso de apetito, tendencia de los pequeños a creer que no pueden hacer nada solos y con ello la necesidad de que se les esté ayudando a resolver cada cosa (que ya resolvían antes).
Ahora, el
encierro no va a pasar pronto, y si tus hij@s son de los que realmente han
estado en cuarentena, han salido muy poco y es normal que empiecen a tener
consecuencias frente a la falta de los espacios que requieren para su
equilibrio emocional y físico. Pero, ¿qué hacer?
1.
Deja de pensar que las actividades los estresan.
Durante el tiempo que los niños acudían de manera regular a
clases, realizaban mayor cantidad de trabajo de lo que están haciendo ahora,
tenían una carga de tarea mayor y debían permanecer en su pupitre más tiempo
del que pasan ahora frente al monitor. El tema no es la cantidad de trabajo,
sino la menor tolerancia a las actividades y la necesidad de interacción
social.
Si puedes separar estos temas, podrás ver que tus hijos son
capaces de realizar las actividades escolares y domésticas y que, de hecho, lo
requieren.
No olvides que son niños, y en gran parte buscan la manera de
evitar las actividades que les requiere atención y dedicación, siempre van a
preferir las que dan satisfacción inmediata. Pero mantener estos límites les
ayudará a disminuir la ansiedad y a saber que son capaces de realizar sus
actividades.
2.
Busca la forma de que estén activos físicamente.
Muchos padres reportan que sus pequeños se la pasan comiendo
todo el tiempo o que han engordado, la realidad es que esto ha ocurrido en
todas las edades y todos sabemos lo importante que es que la actividad física
se mantenga de modo regular, sin embargo, al no poder salir a jugar, a correr o
a las clases de karate, natación, danza, etc, los pequeños se quedaron sin
muchos espacios para la activación física. Antes de pensar en las soluciones,
quiero que nos detengamos a pensar en que los pequeños requieren mil veces más
este rubro porque juega un papel básico en su desarrollo motriz y de
crecimiento, además, el niño que no se mueve físicamente redirige su energía a
la vida mental y emocional.
Entonces, ¿cómo hacer sino puedes salir de casa?, en primer lugar,
siempre hay cosas que hacer en casa, no los dejes fuera de las actividades
domésticas, barrer, picar verduras, limpiar muebles, ya cuentan para el desarrollo
motriz y para la activación del cuerpo.
Recuerda que el principal problema suele ser el tiempo, más que
el espacio, puedes hacer que jueguen a atinar su peluche o una ropa en una
canasta o bien pueden ponerse cosas escondidas por todas la casa y los pones a buscarlos,
eso los hace tener que agacharse, estirarse, etc… subir las escaleras, tender
la ropa, etc, siempre cuentan a favor del ejercicio.
Procurar que tus hijos tengan estas actividades es
responsabilidad tuya y debes de tomarlo muy en serio, usa toda tu imaginación y
recursos, incluso puedes valerte de los tapetes y videojuegos que ayudan a
bailar y a jugar de un modo activo.
3.
Interacción social.
Otra de las situaciones más significativas es la socialización,
los niños se relajan, se conocen, comparten, aprenden, compiten y elaboran su
mundo interno a través de la socialización y el juego.
Establece contacto con las amistades de tus hijos y si sabes que
alguno de ellos también ha guardado la cuarentena, acuerden días de reunión
entre ellos. Si no consideras posible el contacto real, busca las opciones
virtuales de juego (checa nuestro artículo de videojuegos como herramienta para
la socialización) y videollamadas entre ellos. Que sean tiempos libres, sin
actividades planeadas y sin demasiada intervención de los adultos.
Y, no dejes de buscar esos espacios para ti mism@, recuerda que,
en gran parte y medida, tu estrés, tu falta de motivación, tu cansancio, tu
falta de desahogo emocional, va terminar recayendo en el balance de tu hogar y
de tus hijos.
4.
Libertad.
Recuerda que el hombre requiere el contacto con la naturaleza y
el que estemos en cuarentena no cambia esa necesidad, procura tener tiempos de
escape en los que puedas ir a zonas en las que o haya gente y lleva tus propios
alimentos. Camina en un llano, en el bosque, tú elige, pero incluye este tipo
de actividades en tus planes, eso colaborará mucho a reducir el estrés y
devuelve la sensación de libertad y seguridad.
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