Los mejores 10 consejos para enseñar generosidad a los niños
Los mejores 10 consejos para enseñar generosidad a los niños
Te damos algunos consejos para que puedas enseñar a tu hijo
a ser más generoso.
1. Da ejemplo a tu hijo. El ejemplo de los padres es el
mejor maestro para ellos. Si tú eres generoso con las personas cercanas a ti,
tu hijo se dará cuenta de que es una actitud que debe 'copiar'. Cuando tu hijo
al fin tenga gestos de generosidad, no olvides elogiarle para que comprenda que
te alegras mucho por su actitud.
2. Anímale a compartir con sus hermanos. Puedes, por
ejemplo, comprar un postre para compartir para tus hijos y que ambos lo partan
por la mitad. O si compraste un juguete (en lugar de comprar uno para cada
hermano), intentar que sean ellos mismos quienes establezcan períodos de tiempo
para disfrutar de él.
3. Utiliza juegos populares o juegos de mesa en los que el
niño tiene que aprender a esperar su turno. De esta forma entenderá que no
siempre puede acceder a sus caprichos y que tiene que aprender a ceder. Por
ejemplo, puedes jugar con él a la clásica rayuela, en donde cada niño debe
esperar su turno para saltar, a la comba, en donde un niño comparte sus
saltador para que todos puedan jugar... o juegos de mesa como el ajedrez, en
donde se debe respetar un tiempo y un turno con paciencia.
4. Utiliza los cuentos y fábulas con valores. También
películas. Existen muchísimos cuentos y
fábulas en donde el valor de la generosidad es el hilo conductor de la
historia. Si a tu hijo no le gusta tanto leer, opta por las películas que
también transmiten valores.
5. Enséñale a entender sus sentimientos y a expresarlos. A
nadie le gusta compartir si eso le genera enfado y frustración. Pero si expresa
lo que siente puedes hablar con él y explicarle qué debería sentir al
compartir. Cuando sea capaz de sentirse bien compartiendo sus cosas, al
comprobar la felicidad de otros, entonces, habrás conseguido que sea de verdad
generoso.
6. No le obligues nunca a compartir. La generosidad es un
valor esencial y también un sentimiento que debe nacer de forma espontánea. Si
tu hijo no quiere compartir su juguete nuevo, no le obligues. Eso es una
imposición, y no le haces ningún favor porque no verá la generosidad como algo
bueno, sino algo que le transmite frustración y rabia.
7. Aumenta su empatía. Ayúdale a observar las necesidades de
otros. Si tu hijo es capaz de sentir empatía, será consciente de las
necesidades de otros. Está íntimamente relacionado. De esta forma entenderá que
necesita compartir sus cosas. Si por ejemplo en un cumpleaños él consiguió
muchos caramelos en una piñata y su amigo no consiguió ninguno, gracias a la
empatía conseguirá darse cuenta de que su amigo está triste y querrá compartir,
de forma natural, sus caramelos con él.
8. Anímale a tener detalles y sorprender a sus amigos. Si tú
tienes detalles con tu hijo y le sorprendes, él será consciente de la felicidad
que le aporta, y si le animas a hacer lo mismo con sus amigos, seguramente esté
encantado de hacerlo. Gracias a estos detalles, se dará cuenta de lo fácil que
es hacer felices a otros mediante pequeños gestos. Por fin entenderá que la
generosidad le aporta un beneficio: la felicidad de ver felices a otros. Con el
tiempo además descubrirá que si es generoso, los demás lo serán también con él.
9. Nunca le digas frases como 'eres muy egoísta' o 'Eres muy
malo por no compartir'. Lo único que haces con esto es minar su autoestima y
rebelarse frente a lo que sus padres intentan imponer. La generosidad nunca
debe ser una imposición, sino un sentimiento que nazca de forma altruista. Tu
hijo será generoso cuando descubra que a la larga le aporta beneficios. Si no
comparte, se dará cuenta de que los demás niños no le dejarán sus cosas. Si
comparte, verá que los demás niños comienzan a compartir con él.
10. Anímale a participar en las tareas del hogar. Si tu hijo
colabora en casa con pequeñas tareas, se dará cuenta del valor tan importante
que tiene ayudar y regalar tiempo de forma generosa con los demás. También será
consciente del importante valor de la cooperación por el bien de todos. Y sí,
el tiempo se comparte, y es muy valioso.
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